Las plantas de Sisley poseen los más altos niveles de certificación (ISO 45001, ISO 14001 y HQE), con las últimas tecnologías de aislamiento y ahorro energético. Se han realizado inversiones a largo plazo para contar con maquinaria de bajo consumo, optimizar la iluminación con LED e instalar detectores de presencia para limitar el consumo de energía.

El mejor residuo es el que no existe. Sisley está tomando medidas para reducir sus residuos en el origen (reutilización de embalajes intermedios: plástico de burbujas, cartón, etc.), a la vez que recupera los residuos restantes (reciclaje de material publicitario, etc.). Junto con sus proveedores de servicios, la empresa busca constantemente innovar e instaurar nuevas formas de tratar sus residuos (reciclaje de plástico, vidrio, etiquetas, etc.).

La mayoría de los productos de Sisley se fabrican en Francia. Al ser una marca internacional que realiza envíos a más de 100 países de todo el mundo, la empresa debe enfrentarse constantemente al impacto generado por el transporte de sus productos. Tras diez años de trabajo para reducir el transporte aéreo, ahora este representa menos del 15% del transporte de mercancías, reemplazado por el transporte marítimo. Al mismo tiempo, Sisley experimenta nuevas formas de transporte sostenible, como el transporte ferroviario y las iniciativas de emisiones netas cero con el proyecto COZEV, una iniciativa colectiva hacia una transición del transporte marítimo con emisiones nulas de carbono.

Cada producto del catálogo está diseñado en torno al enfoque de las "4R": la búsqueda del peso adecuado (Reducción), la Recargabilidad, la Reciclabilidad y el uso de material Reciclado. El impacto ambiental de cada nuevo envase se mide durante su desarrollo utilizando la herramienta de análisis del ciclo de vida SPICE (Sustainable Packaging Initiative for Cosmetics), desarrollada junto con otros grupos del sector cosmético.

Sisley privilegia, siempre que sea posible, el uso de energías renovables. Con una superficie de 18 000 m², la central fotovoltaica instalada en el tejado del centro logístico de Val-d'Oise es una de las más grandes de la región parisina. Cubre el 100 % del consumo de energía de las oficinas. Desde 2021, las plantas industriales funcionan con biogás, reduciendo las emisiones de CO2 en 850 toneladas al año. La planta logística también utiliza energía geotérmica.

Especializados desde hace más de cuarenta años en el estudio del mundo vegetal, los Laboratorios de Investigación Sisley seleccionan cuidadosamente las plantas de las que se extraen los principios activos, respetando la biodiversidad y las comunidades locales. Sus socios comparten las mismas preocupaciones y se comprometen con el abastecimiento sostenible: certificación RSPO para los ingredientes a base de palma, cadenas de suministro cortas, aprovechamiento de coproductos creados por otras industrias, etc.

Un ejemplo es el extracto de flor de Azafrán, el activo emblemático de la gama Velours aux fleurs de Safran, un coproducto de la industria alimentaria.

El agua es un elemento esencial que debemos preservar reduciendo su consumo y optimizando nuestros procesos de fabricación. En la planta de producción de Sisley, las máquinas están diseñadas para ahorrar agua, con sistemas de limpieza y circuitos cerrados que utilizan boquillas giratorias y chorros a presión. El 100% de las aguas residuales industriales vertidas son limpias, gracias a la planta de tratamiento instalada en la planta, a fin de limitar la contaminación del agua aguas abajo.

En sus plantas de Francia, la empresa adopta medidas para preservar las especies que allí viven: presencia de colmenas, desarrollo del ecopastoreo, plantación de especies vegetales endémicas y de 4000 árboles y arbustos... Además, Sisley apoya proyectos destinados a preservar el medio ambiente y la biodiversidad, tanto a escala internacional como en Francia. Tal es el caso de la Guayana Francesa, en la península de Cayena, donde la Fundación Sisley, junto al Conservatorio del Litoral y el CIRAD , han creado el Jardín de Laureles, dedicado al estudio y la conservación de las plantas patrimoniales de Guayana, como el café, el cacao y las especies leñosas derivadas del Cedro sam (Cordia alliodora), la Tatajuba (Bagassa guianensis) y el palo de rosa.